El acné es una inflamación crónica de la unidad pilosebácea producida por retención de sebo (grasa). Esto trae como consecuencia la obstrucción de los poros. Tiene una tendencia hereditaria y se relaciona con factores patógenos como queratinización folicular anormal, es decir, retardo en el recambio de células muertas de la piel, aumento de la secreción sebácea (grasa) por sensibilización de hormonas andrógenas, colonización bacteriana, principalmente infección por una bacteria llamada Propionibacterium Acnes, e inflamación local.

El acné puede ser leve, moderado o severo. En ocasiones solamente se presentan comedones (espinillas) y pápulas (erupciones) pero sin presentar inflamación. En casos más avanzados, pueden presentarse pústulas y comedones (barros y espinillas), abscesos y quistes con un proceso inflamatorio. Usualmente la piel de estos pacientes se aprecia brillosa por efecto del aumento en la secreción sebacea (grasa), inflamada y ruborizada.

El acné es un padecimiento crónico que afecta psicológicamente la autoestima y las relaciones personales. También puede dejar cicatrices y manchas en la piel debido al proceso inflamatorio constante que se produce. Por ello es importante un tratamiento oportuno que evite estas complicaciones que dejarán marcada la piel toda la vida.

Es importante realizar un tratamiento integral y de mantenimiento en el acné con medicamentos que regulan la secreción sebácea y retiran las células muertas de la piel. Además es importante la limpieza e higiene sustituyendo el jabón por dermolimpiadores y tratamientos tópicos para el cuidado de la piel. Es importante que el médico determine cuál es el tratamiento adecuado para cada paciente, según el tipo de acné que presenta y las características de su piel. Además, debe determinar un componente hormonal como causante del acné para atender ese trastorno primario, principalmente en mujeres mayores.

El tratamiento de una cicatriz depende de muchos factores entre los que se encuentran la causa y localización de la lesión, su antigüedad y las características particulares de cada paciente. La mayoría de las cicatrices responden, con muy buenos resultados, cuando se combinan diferentes técnicas terapéuticas médicas como los Fillers Faciales, dermoabrasión, láser CO2, peelings, etc.

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